La retrospectiva de mi empleo anterior me ha llevado a preguntarme: ¿Qué lograste en tu trabajo anterior? Siendo éste en el área productiva, esa pregunta ha derivado en pensar en los cambios que se hicieron y los proyectos que se ejecutaron. En realidad, pocas fueron las ideas nuevas que apliqué. La diferencia fundamental estuvo en los resultados obtenidos al ejecutarlas.
Una parte importante de la innovación es la ejecución de las ideas. Sin ello, aún las ideas más brillantes tendrían muy poco valor. Más aún, una gran ejecución de una idea promedio puede traer resultados sorprendentes. Así que no es sólo la idea, sino su ejecución también.
Muchos factores pueden influir en la ejecución de una idea. En primer lugar, el líder de la ejecución es un actor principal. Distintos autores recomiendan, con razones evidentes, que el líder de la ejecución debe ser el propio generador de la idea. Sin embargo, esto será diferente para diferentes condiciones de los equipos de trabajo. El equipo y todas sus características también tienen un efecto muy fuerte sobre el resultado de la ejecución. El plan de ejecución es un tercer factor a destacar. Por último, tenemos que aceptar que hay factores externos que habrán de afectar el resultado de la ejecución de la idea.
Una ejecución pobre de una idea no debe ser motivo de pena o castigo para los líderes o promotores de ella. Si esto llega a suceder, los procesos de innovación de las organizaciones se pueden ver seriamente lastimados. Al realizar la evaluación de los resultados de una idea, debemos analizar la imagen completa de la idea y todos los pasos seguidos para su ejecución.
La innovación es la capacidad de hacer realidad una idea. En este aspecto, los generadores de ideas deben ser excelentes ejecutores o excelentes líderes de los equipos capaces de hacer realidad las ideas. La capacidad de innovar sin la capacidad de ejecutar es un don estéril.