miércoles, 9 de abril de 2008

La emoción del fútbol

A algunas personas les parece ridículo toda la emoción, los sentimientos y la pasión que es capaz de despertar el fútbol. Para un fanático de este deporte (y de muchos otros), no hay otra manera de vivirlo. Y en últimas fechas ha habido mucho que vivir.
Primero, el fracaso de la selección mexicana (varonil sub-23) en el torneo preolímpico. Un torneo que parecía de mero trámite se convirtió en el fin de la era Hugo Sánchez. Y en lo particular, jamás he sido fanático del estilo (o la falta de él) del pentapichichi. Como jugador, ningún mexicano ha tenido más logros y mayor proyección. Como director técnico, Hugo no mostró ni inteligencia ni preparación. Lanzó a un grupo de jóvenes a la cancha, esperando que su calidad individual fuera capaz de sacar adelante al equipo. Y no fue así. Todos los partidos muestran algún aspecto ridículo del equipo mexicano, pero el último partido del torneo contra Haití se lleva todo. Más allá de la falta de contundencia de Fernández, Esqueda, Landín, Villaluz, etc., está el parado del equipo. Por más espacios que la defensa haya concedido, el poner a tres centro-delanteros en el campo no iba a generar mejores opciones de gol. Y se notó: En lugar de ayudarse, los delanteros mexicanos se estorbaron. Para nuestra fortuna, ¡la era de Hugo se ha terminado!
Esta semana el Atlas ha dado uno de sus mejores partidos desde la era Lavolpe. Los rojinegros tenían una cuenta pendiente con Boca Juniors después de perder en la Bombonera con tres goles en los últimos minutos del encuentro. Ahora, con más inteligencia que ganas, Atlas logró sacar el resultado con todo y los eternos problemas del equipo, su delantera. La salida por lesión de Achucarro ponía nerviosa a la afición, pero siempre se debe tener la confianza en los canteranos como Mendívil a pesar de lo difícil que le resulta siempre jugar en primera división. Pero qué puede pensar el aficionado al ver al suplente salir también por lesión. Un equipo limitado en delantera tuvo que recurrir a una estrategia completamente diferente a lo habitual para hacerle frente a un rival de la jerarquía de Boca Juniors. Y el Atlas lo logró. ¡Gran inteligencia para plantear el partido de Brindissi! ¡Atlas 3, Boca Juniors 1!
Y para terminar la nota, la selección femenil que acaba de perder su pase a los juegos olímpicos. Aún cuando el resultado es el mismo que para la selección varonil, no existe ningún otro punto de comparación entre ambos equipos. México femenil fue un equipo con idea táctica, que ha mostrado grandes mejoras y mucho fútbol, sin dejar atrás el mostrar gran deseo y corazón en la cancha para enfrentar a equipos que en muchos aspectos son superiores como EU y Canadá. Aún sin el pase, ¡felicidades a la selección femenil! ¡No se desmoralicen, grandes cosas vendrán!

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