¿Cuántas veces no te has encontrado quejándote de tu interlocutor que pasa más tiempo atendiendo a su pantalla que a ti? Cada día se vuelve más común ver gente en las calles, parabuses, autobuses y plazas atendiendo sus celulares o tabletas, mientras todo el mundo sigue a su alrededor. Los dispositivos móviles y sus capacidades logran seducirnos con tres engaños.
Engaño 1: Siempre serás escuchado.
Puedes dejar tu alma en el teclado y siempre aparecerá esa palomita confirmándote que el otro lado "te está escuchando". Deja que todo fluya, pues el otro lado estará atento.
Engaño 2: Puedes atender un asunto en el momento que tú quieras.
¿No sabes dónde van a cenar tus amigos el último viernes del siguiente mes? ¡No te preocupes! Basta con levantar tu móvil y preguntar, sin importar que estés en el cine o en mitad de una reunión de negocios. Con los dispositivos móviles, todos los recursos están disponibles en todo momento.
Engaño 3: Nunca tendrás que estar solo.
Con un dispositivo móvil armado con un buen conjunto de apps de comunicación, siempre podrás encontrar a un amigo, real o virtual, dispuesto a hablar contigo. Nunca más tendrás que estar solo, ni siquiera en el baño.
Los dispositivos móviles se han vuelto en herramientas fundamentales para el mundo moderno. Sin embargo, como en todas las situaciones, el abuso es nocivo para la salud física, mental o emocional. Utilicemos las herramientas inteligentemente.
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